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Este informe realizado conjuntamente por la Fundación IE y la Fundación Cepsa propone la transición energética como uno de los desafíos más importantes a los que se enfrenta la sociedad actual. Para asegurar su éxito, la transición energética debería favorecer la igualdad de género, es decir, debería garantizar, entre otros parámetros, una distribución equitativa de las oportunidades laborales entre hombres y mujeres. Por otra parte, también debería incorporar a las generaciones más jóvenes ya que sus prioridades y preocupaciones marcarán la agenda política, económica y social en las próximas décadas.